Puentes - Salud Florencia Incaurgarat 10 de abril de 2021

“Hay que subir yáng”: saberes y cuidados durante el periodo menstrual

Aunque la menstruación es un fenómeno biológico universal, las distintas formas de entenderla y las prácticas que conlleva varían de una cultura a la otra. ¿Cómo se concibe en China? ¿Qué podemos aprender de las mujeres chinas para cuidar mejor nuestro cuerpo?

Para responder estas preguntas, debemos posicionarnos en el “pensamiento chino” y la filosofía daoista  de la cual se nutre la “medicina china”. El universo está compuesto por combinaciones polares fundamentales: el “阴 yīn” y el “阳 yáng”, de donde fluye la energía vital (“气 qì”) que conecta ambos extremos. Regidos por este principio el universo está dividido en dos fuerzas mutuamente influyentes que permanecen en equilibrio para el funcionamiento armonioso del universo, el sistema social y el individual. 

Trasladado al cuerpo humano, el balance de estas fuerzas representa un organismo sano en equilibrio cuerpo-mente, y un disbalance, acarreará la aparición de algún síntoma o enfermedad. 

Se considera que durante la menstruación la mujer ingresa en un desequilibrio entre las energías Yīn-Yáng.  La fémina es Yīn y la sangre es un elemento de naturaleza Yáng. Por lo tanto, se agudiza el desbalance en el que aumenta la vulnerabilidad siendo más susceptible a desarrollar ciertos padecimientos. 

Es por esto que lo conocido como “síndrome premenstrual” en el saber chino es tratado como una anomalía o un mal funcionamiento de nuestro cuerpo que debe ser subsanado. Desde esta perspectiva, al tomar ibuprofeno u otro analgésico, sólo estamos tapando el problema sin tratarlo de la raíz, callando lo que nuestro cuerpo quiere decirnos. 

 A raíz del desequilibrio entre energías producido durante este periodo, entonces, las mujeres llevan a cabo una serie de prácticas vinculadas a la “medicina china”, tendientes tanto a restablecer el equilibrio perdido y a favorecer la “purificación” del cuerpo de manera correcta para evitar enfermedades asociadas. Tanto para tratarlos como para prevenir los dolores típicos, las mujeres chinas realizan las siguientes prácticas:

Por un lado, beber una infusión caliente preparada con jengibre y azúcar negra. Estos alimentos son recomendados por ser de naturaleza Yáng (el elemento disminuido a partir de la pérdida de sangre menstrual) y ayudan a restablecer el equilibrio perdido. Como explicaba Lili “tenés que tomar eso, es muy, muy bueno. El dolor se va, también mucha agua caliente, fría no. Agregaba que “hay que subir Yáng” ya que se ve sustancialmente reducido en este periodo. En sintonía, Xia, agregaba: “Jengibre y azúcar negra, como son rojo, como para cuando se pierde sangre tomamos algo de color rojo, para recuperar sangre”. Así, la clave radica no sólo en los ingredientes sino en la temperatura y el color de la bebida.
Por otro lado, aunque en menor medida, algunas migrantes consumen medicinas herbales que traen de China, o les envían sus familiares. Este es el caso de las píldoras 乌鸡白凤丸 Wūjī bái fèng wán (en español, “Pollo negro y Fénix blanco”), las cuales están compuestas por una extensa fórmula de hierbas y elementos derivados de animales. Estas píldoras son ampliamente conocidas en China, y son consumidas con el fin de regular la menstruación y estabilizar el equilibrio Yin-Yang. De este modo, a diferencia de lo que sucede con los analgésicos de venta libre, ampliamente difundidos y publicitados en Argentina para los dolores menstruales, estas píldoras abordan la causa de los síntomas asociados a la menstruación (dolores, molestias, cansancio). Es decir, al tener un efecto directo sobre la raíz de los síntomas menstruales, estos remiten por efecto consecuente. En este sentido, si bien esta medicina cumple finalmente una función analgésica, funciona de una manera completamente diferente a medicamentos “occidentales” como el ibuprofeno. 
Asimismo, Meli, oriunda de Fujian, me refirió otra práctica considerada saludable para este periodo: beber un licor chino de color rojizo (llamado “红酒Hóngjiǔ”) colocando unas bayas en la botella,“枸杞子Gǒuqǐ zi”, o más conocidas en español como “Bayas de Goji”.  También me advirtió que si bien estas bayas poseen muchas propiedades, en exceso pueden ser tóxicas, por lo que es necesario consumirlas con moderación. Así, me explicaba: “es bueno el 红酒Hóngjiǔ con 枸杞子Gǒuqǐzi en la botella, y tomar un poquito todas las noches. Para mujer es muy bueno, en periodo o no”. 

Así todo, como el único modo de acceder tanto a estos productos como a la medicina herbal suele ser viajando a China, las mujeres chinas optan por métodos caseros como el consumo de té de jengibre con azúcar negra, e incluir en la dieta otros elementos de naturaleza Yáng. Asimismo, es importante evitar alimentos de naturaleza Yīn, consumir bebidas frías y exponerse al “frío” o al “viento”. Las migrantes consultadas coincidieron en el hecho de afirmar que este tipo de prácticas siempre son “buenas” para las mujeres, ya que por ser de naturaleza Yīn siempre son más susceptibles a estar en desequilibrio, siendo aún más acuciante durante el periodo menstrual o más aún durante el puerperio, llamado “坐月子 Zuò yuè zi”, que veremos en detalle en notas subsiguientes. De esta forma, estas prácticas suelen ser recomendadas de forma cotidiana, con mayor o menor rigurosidad, se trate de un periodo menstrual, puerperal, o no. 

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