El misterioso arte chino del “Cambio de Rostro”

Se trata de una tradición milenaria que sigue deslumbrando al mundo y que se puede presenciar en el festival Tianfu que se está llevando a cabo por estos días en Buenos Aires.

Sociedad - China08 de octubre de 2025News ArgenChinaNews ArgenChina
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(Foto: CGTN)

Durante siglos, el arte del Bian Lian, conocido como el “Cambio de Rostro”, ha cautivado a generaciones con su magia y su misterio. Originario de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, este espectáculo combina teatro, música y destreza física en una danza hipnótica donde los artistas cambian de máscara en una fracción de segundo, revelando nuevas expresiones y emociones ante los ojos atónitos del público. En el festival Tianfu que se está llevando a cabo en Tecnópolis, este es uno de los shows principales del evento.

Un secreto guardado durante 300 años

El Bian Lian tiene una historia que se remonta a unos tres siglos, durante la dinastía Qing, cuando surgió como una rama de la ópera de Sichuan. Su compleja técnica fue considerada tan valiosa que en 1987 el Ministerio de Cultura de China la declaró “secreto de Estado de segundo nivel”, restringiendo su enseñanza a unas pocas familias de artistas.

Tradicionalmente, el conocimiento se transmitía solo de padres a hijos varones, ya que se temía que las mujeres pudieran revelar el secreto tras casarse. Sin embargo, a partir de la década de 1990, las mujeres también comenzaron a aprender y dominar el arte, abriendo paso a una nueva generación de artistas que hoy lo practican incluso fuera de China, en países como Japón, Singapur, Malasia y Corea del Sur.

Máscaras que expresan emociones

Las máscaras del Bian Lian, elaboradas con vivos colores y delicados detalles, representan diferentes estados de ánimo: rojo para la lealtad y la valentía, blanco para la astucia, negro para la firmeza y verde para la brutalidad. Cada cambio de máscara transforma por completo la personalidad del personaje, en un juego visual que simboliza la mutabilidad de las emociones humanas.

Un artista experimentado puede cambiar hasta diez máscaras en apenas veinte segundos, y en una actuación completa de cuatro minutos llegar a realizar más de veinte transformaciones. 

Aunque el Bian Lian permaneció durante siglos confinado a los teatros regionales, su fama se expandió en los años noventa. Parte de ese resurgir se debió a la película “El rey de las máscaras” (1996), que narra la historia de un artista anciano que enseña su arte a un huérfano, conquistando al público chino con su emotiva trama.

Más tarde, la cadena de restaurantes Hai Di Lao popularizó aún más esta disciplina al incluir presentaciones de cambio de rostro como parte de su entretenimiento, acercando este arte tradicional a nuevas generaciones y visitantes extranjeros.

El maestro He Hongqing, considerado el artista más talentoso de Bian Lian en el mundo, ha llevado esta práctica a un nivel casi sobrenatural. Un fotógrafo intentó capturar el instante exacto del cambio de máscara con una cámara ajustada a una velocidad de obturación de dos centésimas de segundo, pero incluso así la transformación fue demasiado rápida para ser registrada.

Existen tres métodos principales para realizar el cambio: soplar polvo para ocultar la transición, usar pintura grasa sobre la piel o manipular hilos de seda ocultos en el vestuario, técnica que exige precisión milimétrica y años de práctica. Cada función requiere también una preparación física intensa, ya que los artistas deben tener gran fuerza en el cuello y agilidad corporal, comparables a las de un atleta.

Con información de CGTN y The China Current.

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