Guāshā: mucho más que una técnica de belleza

El "刮痧 Guāshā" es una antigua técnica de medicina tradicional ampliamente difundida en los hogares de familias chinas.

Puentes - Salud 26 de junio de 2021 Florencia Incaurgarat
Técnica_GuaSha
Consiste en raspar la piel con un objeto de bordes lisos y redondeados.

Probablamente hayan escuchado hablar de la técnica  Guāshā (刮痧) como un novedoso tratamiento estético para belleza facial y corporal, ¿pero conocen de dónde proviene y para qué se utiliza?

El primer registro escrito del Guāshā se remonta a las épocas de la Dinastía Ming (1368-1644), pero se cree que su origen es mucho más antiguo. Aunque quizás no tan conocida como la acupuntura, dígitopuntura o la moxibustión, el Guāshā es otra de las tantas técnicas propias de la llamada Medicina Tradicional China. Conocida en inglés como "scraping" (o "raspado" en español), es muy popular no sólo en China sino también en países como Japón y Corea, extendiéndose ahora a países remotos como Argentina. 

Como técnica terapéutica (luego veremos sus usos estéticos) consiste en raspar la piel con un objeto de bordes lisos y redondeados, el cual puede ser de diversos materiales como hueso de vaca, cuerno de búfalo, porcelana o jade, entre otros. El “raspado” con dicho objeto favorece el flujo de energía (气 Qì) y de sangre, logrando un aspecto rojizo en la piel de la zona tratada, el cual desaparece en los siguientes días. Estas manchas rojizas, llamadas “petequias terapéuticas” (痧 Shā), son lo que junto con el “raspado” (刮 Guā), dan nombre a la técnica.  

De acuerdo a los principios de la Medicina Tradicional China esta antigua técnica se utiliza para promover la mejora de diversas afecciones dolorosas producidas por estancamiento de "气 Qì", en general musculoesqueléticas, pero también de índole respiratoria o digestiva, entre otras. El Guāshā ayudaría entonces a mejorar la circulación de "气Qì", y consiguientemente lograr una mejor circulación sanguínea y conducción nerviosa, promoviendo así la curación del malestar. 

Si bien es utilizada por los profesionales de la medicina china en el ámbito de sus consultorios, esta técnica también se encuentra ampliamente difundida en los hogares de las familias chinas. Así, conforma una práctica de autocuidado para tratar mayormente dolencias musculoesqueléticas, como pueden ser contracturas. Asimismo, algunas mujeres chinas se autoadministran Guāshā en los casos en los que, por una razón u otra, no pudieron realizar correctamente los cuidados durante el puerperio, llamado "坐月子 zuò yuè zi".

Por ejemplo, Lucy, una joven migrante proveniente de Fujian, en una ocasión me contó que, por haber salido sin suficiente abrigo durante el "月子 yuè zi" le entró "viento" y desde entonces sufría de dolor articular en su rodilla izquierda. Acto seguido, en su hogar, me mostró el objeto que utilizaba para aplicarse Guāshā (en su caso, de hueso de vaca pulido) y cómo se debía realizar el raspado, con fuerte presión y de manera rápida y repetida. Me explicó que, para que logre aliviar el dolor y que la práctica haya sido efectiva, es necesario que se formen unas "manchitas rojas" sobre la zona tratada.

Es importante mencionar que, fuera de contexto, las "petequias terapéuticas" o marcas transitorias que produce esta técnica, pueden ser malinterpretadas como señales de violencia o alguna forma de maltrato. En efecto, es un tema recurrente entre los migrantes el tener alguna experiencia de este tipo de confusión. En otra ocasión Eli, también una joven fujianesa, me había comentado que el Guāshā era muy bueno para las contracturas, y que se lo podía aplicar a algún familiar que tuviera dolores de espalda, pero que tuviera cuidado porque al dejar marcas, una persona que desconozca de esa técnica, podría inferir un caso de maltrato. Esta advertencia estaba fundada en una vivencia personal sucedida durante su embarazo. Relató que su marido le había aplicado Guāshā en su espalda y, al realizar un control obstétrico de rutina al día siguiente, el profesional a cargo había advertido las manchas y preguntado por ellas. Eli se rió y dijo que le explicó al obstetra que era "medicina china", que no se preocupara y, según lo referido, esa situación no acarreó mayores consecuencias.

En este sentido, la película de co-producción sinoamericana no casualmente llamada “刮痧 Guāshā”  (en inglés, "The Treatment") representa una muestra elocuente de los grados extremos que pueden revestir este tipo de incomprensiones y desconocimiento del otro. Este film retrata la ruina de una familia china residente en Estados Unidos, cercana a alcanzar el "sueño americano", desencadenada a partir de un presunto caso de maltrato infantil. Este "malentendido" es originado en el contexto de la visita del abuelo paterno a Nueva York, quien aplicara un tratamiento de Guāshā a su nieto (hijo del matrimonio protagónico), dejando como resabios unos “moretones” los cuales son interpretados desde la lógica local como marcas de abuso infantil. Antes de que el caso se esclarezca ante la justicia estadounidense y la familia salga finalmente airosa, el film ilustra una de las posibles formas que puede adquirir no sólo la incomprensión de la diversidad cultural, sino la imposición de una forma de pensamiento y organización del mundo, supuestamente superior a las demás. 

Por último, si bien esta técnica tiene en principio fines terapéuticos, ha logrado trascender el ámbito estrictamente médico ingresando a la industria de la belleza como técnica popular de cuidado estético. En estos casos, el objeto utilizado para realizar el Guāshā suele ser de otro tipo de materiales, como piedra de jade o cuarzo rosa. El raspado tampoco se realiza con la misma intensidad ya que no se busca formar las “petequias” sino favorecer una circulación más superficial a nivel cutáneo y aliviar tensiones faciales. Además, dado que la musculatura y piel del rostro son más delicadas, se debe aplicar un masaje más suave del que se realiza en otras partes del cuerpo. Tanto en el uso terapéutico como el estético, la técnica es indolora y siempre se realiza aplicando previamente lociones o cremas para facilitar el masaje y proteger la piel.

Habiendo rastreado el origen y los usos terapéuticos de esta técnica, ahora sin dudas, podemos afirmar que el "刮痧 Guāshā" es mucho más que una técnica de belleza.

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