Gonzalo Ghiggino analizó los vínculos comerciales y culturales bilaterales: "China está teniendo una política que trasciende lo económico"

El doctor en Estudios Globales por Shanghái University analizó las relaciones comerciales entre China y la Argentina y se refirió a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, pero destacó la importancia en otros ámbitos como en la cooperación cultural, afirmando que el país asiático no solo mide los vínculos "en términos de importación y exportación".

Opinión 06 de noviembre de 2021 Jessica Costa
Gonzalo Ghiggino

En la antesala del 50º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales y luego del centenario de la fundación del Partido Comunista de China, Gonzalo Ghiggino analizó los vínculos comerciales y culturales entre el país asiático y la Argentina.

El sinólogo y autor del libro "La República Argentina frente a la República Popular China: el riesgo de una relación basada en los commodities" se refirió en diálogo con News ArgenChina a los cambios que experimentaron los vínculos entre ambos países tras la firma de la Asociación Estratégica Integral.

“Si bien la firma abrió el abanico de oportunidades para que la relación bilateral salga de lo comercial, el vínculo basado en los commodities no cambió demasiado desde 2014, cuando publiqué mi libro”, comenzó a explicar Ghiggino, doctor en Estudios Globales por Shanghái University y miembro del Centro de Estudios Avanzados de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba.

“El mercado chino es muy complejo y competitivo, y también son las condiciones propias de Argentina que dificultan otro tipo de patrón comercial. Se han abierto una serie de oportunidades, se han incrementado las exportaciones, principalmente de alimentos, pero el patrón comercial está dominado por la exportación de soja. En mi libro planteé la problemática de los grandes exportadores, que eran las cerealeras, lo cual complejiza más los vínculos con China. Si bien el patrón comercial es hoy similar al que era siete años atrás, lo que ha cambiado es la mirada de China hacia el mundo y cómo se relaciona con él. Es decir, antes se planteaban los vínculos desde lo económico, pero desde la llegada de Xi Jinping, China está teniendo una política mucho más asertiva, que trasciende lo meramente económico”, explicó.

Luego, analizó: “Hoy por hoy, los vínculos tienen varias caras, no solamente es importante abordar los económicos y comerciales. También hay que tener en cuenta otros elementos como las inversiones en infraestructura, la cooperación cultural o los swap entre los bancos centrales. Hay un cúmulo de cosas a la hora de analizar los vínculos entre ambos países, porque China es la segunda economía del mundo. No le interesa únicamente establecer vínculos económicos, sino que actualmente le interesa tener aliados confiables en el sistema internacional. No mide los vínculos solo en términos de importación y exportación. Hay otros elementos para tener en cuenta”.

- Si Argentina se suma a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, ¿puede beneficiar estos vínculos?

- Sí. No casualmente México, Brasil y Argentina aún no se han adherido a la iniciativa. México tiene su propia realidad por estar al lado de los Estados Unidos y Brasil es la economía más importante de América Latina, entonces tienen sus propios motivos para no adherir. Sin embargo, creo que Argentina va a terminar adhiriendo a la iniciativa y que, obviamente, puede tener sus ventajas. Si uno se fija cuáles son los proyectos de inversión más importantes y en qué países tiene proyectado invertir en los próximos años es en los que forman parte de la Ruta de la Seda. Hay otros elementos que hay que tener en cuenta, pero esto significaría ser una prioridad para China. No hay que medir los vínculos solo en el nivel comercial sino también a nivel geopolítico y de inversiones. La iniciativa propone una serie de inversiones de infraestructura, como corredores bioceánicos, puertos, ferrocarriles, carreteras, entre otras, y toda inversión de ese tipo es beneficiosa.

Un enfoque federal y multidisciplinario 

- En los últimos años se expandieron los estudios de China a nivel federal. ¿Qué ventajas encontrás en esta posibilidad de tener expertos en distintas partes del país?

- China es algo relativamente nuevo para todos. El interés surge por varios motivos, pero está muy presente por los vínculos económicos que ha desarrollado durante los últimos 20 años. Hoy ya es una superpotencia y ya no son únicamente vínculos económicos. China nos aborda desde varios frentes porque es una potencia global. Veo positivo que en los distintos puntos del país se estudie sobre China, pero no hay que pensar que el que estudia a China desde Jujuy, Santa Cruz o Córdoba lo hace para abordarlo solo a nivel local. Uno estudia China a nivel general y al nivel de América Latina, Argentina y el local. Esto ayuda a descentralizar la mirada y el análisis, porque China está presente en distintos segmentos e invierte en distintos lugares del país. También está bueno abordar los estudios con un carácter multidisciplinario. Celebro que no solamente se aborde desde la economía o desde el comercio internacional sino también con un enfoque multidisciplinario, desde la cultura, el deporte, migraciones y distintas áreas que son interesantes y que son clave a la hora de entender lo que representa China a nivel nacional y a nivel local.

En este sentido, Ghiggino se refirió al trabajo del Instituto Confucio de Córdoba, que brinda la posibilidad de abordar a China desde distintas disciplinas. “En Córdoba el Instituto Confucio está haciendo un gran trabajo, si bien la facultad de lenguas ya enseñaba mandarín, ahora se están dando cursos también de historia, de cultura, hasta de tai chi o se hacen ciclos de cine. Eso permite abordar China desde distintos lugares y eso es muy interesante. En ese sentido, esto aporta a todo aquel que quiera estudiar China y no solo los vínculos políticos o económicos. Creo que es muy importante y muy valioso”, expresó.

Luego, al ser consultado por el avance en los hermanamientos entre unidades subnacionales chinas y ciudades y provincias argentinas, entre ellas la capital cordobesa, manifestó: “Córdoba tiene lazos con China y esto, por supuesto, es muy positivo, porque detrás de eso surgen oportunidades de cooperación cultural, deportiva y educativa. Eso lleva a que haya un marco mucho más sólido a la hora de instalar los vínculos entre instituciones. También es importante que las empresas cordobesas que quieran tener algún vínculo con China que ya tengan un marco a nivel municipal e institucional que lo avale. Es muy positivo, pero para que esto avance tiene que haber una agenda de trabajo entre los municipios, estableciendo grupos de trabajo y prioridades acordes a las necesidades de cada uno de los lados, y así materializar mucho más rápido lo que estos convenios pueden dar”.

El centenario del Partido Comunista de China

Gonzalo Ghiggino también se refirió al centenario de la fundación del Partido Comunista de China (PCCh), que se celebró en julio de este año, y realizó un recorrido por su historia.

Las transformaciones del Partido Comunista van de la mano de las transformaciones que tuvo China. Muchas veces nos cuesta relacionar la reforma y apertura de fines de los ‘70 y cómo un país comunista o socialista justifica la entrada de capitales. Primero, para entender la fundación del partido hay que entender la crisis del sistema imperial, cómo era el sistema político chino y cómo los intelectuales de la época veían en los países de Occidente tanto una amenaza como una oportunidad por su grado superior de modernidad. Por estos motivos, buscan una modernización del país con características propias; buscan dotar una identidad nacional, que antes tenía otras características, y crear un Estado. Así es que toman algunos conceptos de la modernidad occidental, uno de los cuáles es el marxismo. Y en 1921 se crea el Partido Comunista”, dijo.

Y continuó: “Hay que tener siempre en cuenta que lo que buscaban los intelectuales chinos era esta modernidad: estaba muy presente en todo el partido, en toda la historia de la República Popular y también en la actualidad. Por eso, a los fines de abrazar la modernidad, en los ‘80 se abren al mundo y se permite la entrada de capital extranjero porque, para llegar a este objetivo, necesitaban desarrollo económico, para esto necesitaban industrialización, y los capitales para industrializar el país eran de Estados Unidos y Europa. Entonces surge el concepto de socialismo con características chinas que no solamente explica esto, sino también es una hoja de ruta para las transformaciones que se llevaron a cabo en la reforma y apertura”.

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