Las oportunidades y los desafíos de los argentinos que viajan a estudiar en China

Son cada vez más los argentinos que deciden formarse o perfeccionarse en el gigante asiático. Cómo son las becas, los intercambios y las perspectivas al regresar.

Puentes - Educación 19 de mayo de 2021 Dafne Esteso
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«Si los países de América Latina quieren establecer relaciones diplomáticas con nosotros, los acogeremos con gusto. Si no, podemos hacer negocios con ellos; si no quieren hacer negocios con nosotros, podemos hacer otros intercambios» Mao Zedong

El interés por estudiar en China es un fenómeno que viene creciendo año tras año. Los ojos están cada vez más puestos en este país. Tierra diversa y ciertamente desconocida en muchos aspectos, despierta curiosidad. Ciertamente, puede que aquello que nos resulta desconocido nos dé miedo. Sin embargo, si hay algo que tiene el vasto territorio chino en el que conviven 1400 millones de habitantes de más de 56 etnias, es su apertura a los extranjeros. Conocer China con tus propios ojos, sin intermediaciones, sin que te la cuenten, es la gran experiencia.

Por un lado, es necesario enfatizar la educación en tanto factor clave que atraviesa el fenómeno chino de crecimiento y desarrollo, desde los inicios del proceso de reforma política y apertura económica de 1978 en adelante. China construye una universidad nueva cada semana. El último año, más de 9 millones de estudiantes chinos se graduaron. Pese a las exigencias que atraviesan para ingresar a una carrera universitaria con el complejo examen Gao Kao, lejos quedaron los tiempos en que las universidades eran para unos pocos jóvenes pertenecientes a las elites. En 1950, un año después de la fundación de la República Popular, solamente 56.000 obtuvieron su título universitario. La educación es un tradicional valor intrínseco en la sociedad china. En los últimos cuarenta años viene siendo una de las piezas troncales del desarrollo, que logró sacar a 800 millones de habitantes de la pobreza extrema, tornándose en sí mismo en un verdadero fenómeno.

Por otro lado, construir relaciones y confianza con un país que no tiene interacciones tradicionales o de largo plazo no es una tarea a priori sencilla. A la distancia física se suma el desconocimiento. Conscientes de ello y del propio impacto que viene generando el ascenso de China en su imagen global, los líderes chinos han prestado mayor atención a su poder blando, en base a su capital cultural y educativo, también. Desde la cuarta generación de líderes chinos en el poder, la República Popular ha tratado de establecer un relacionamiento positivo con países como Argentina en varios frentes. Y uno de ellos es la construcción del puente educativo. 

Según el ministerio de educación chino, en 2019, cerca del 55% de los estudiantes internacionales que estudian en China participaron en programas de grado, 7 veces más que en 2016. A su vez, son cada vez más las universidades chinas que ofrecen español como lengua de estudio. Como consecuencia de ello, hoy en día, es menos llamativo ver chinos trabajando o estudiando en nuestro país.

Las relaciones bilaterales tomaron un fuerte impulso durante la década del 2000, al calor del establecimiento de la Alianza Estratégica en 2004, en materia política y económica. En 2014, se selló la Alianza Estratégica Integral (AEI), con la cual el vínculo se profundizó abarcando nuevas áreas de cooperación, entre ellas la cultural y la educativa. 

Desde el establecimiento de la AEI, cada vez más estudiantes de Argentina se acercan y preguntan a quienes viajamos a estudiar en China acerca de las posibilidades de formarse allí con una beca, incluso en estos momentos pandémicos que la humanidad atraviesa. La Asociación de ex becarios Argentina China (ADEBAC)viene fomentando desde el año 2017 el programa Estudiar en China, que nuclea las distintas oportunidades que el país asiático ofrece. Ello incluye no solo las becas y oportunidades brindadas por el gobierno y empresas chinos, sino también entre universidades, que surgen como resultado, en muchas ocasiones, de la diplomacia persona a persona. Como consecuencia de ello, en el año 2016 un total de 426 estudiantes argentinos, entre becarios y no becarios, viajaron a China para estudiar, cifra que se elevó a 522 en 2017, y a 585 en 2019.

ADEBAC viene no sólo difundiendo las oportunidades de estudio en China, sino también apoyando a los ex becarios en la reunificación y reinserción dentro del ámbito local a su regreso. El trabajo con los organismos estatales, otras organizaciones no gubernamentales y empresas tanto locales como chinas en nuestro país, en ese sentido, es sustantivo. Se trata de organismos que valoran y tienen cada vez más en cuenta aquellos profesionales que hayan tenido contacto y conocimiento previo con la cultura e idioma chinos. 

Los intercambios educativos eliminan prejuicios y construyen puentes. Son piedra nodal de una cooperación más intensa, más profunda, para otra integración, a largo plazo, de las relaciones sinoargentinas. 

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